– El aire puro ayuda a rebajar tensión y estrés, al realizar una respiración más tranquila y profunda, generando una sensación de bienestar general.
– Respirando aire puro al menos media hora diaria se consiguen reducir los trastornos cardíacos y los cuadros depresivos.
– El aire limpio genera una sensación de revitalización devolviéndonos la energía física y la claridad mental, al reducirse los niveles de CO2 en la sangre.
– La respiración de aire puro ayuda a estimular nuestro sistema inmunológico, reduciendo la posibilidad de padecer trastornos alérgicos, afecciones respiratorias y asma.
– Al respirar aire limpio se consigue eliminar un gran número de toxinas acumuladas, y células muertas, diariamente en nuestro organismo.
– El aire puro reequilibra las funciones vitales de todos nuestros órganos vitales, ayudando a la recuperación más rápida de las enfermedades gracias a la oxigenación celular, a la vez que evita muchos contagios producidos al respirar en ambientes cerrados contaminados con virus.
– El aire limpio ayuda a la regeneración celular favoreciendo la producción de mecanismos antioxidantes, como el colágeno y la elastina entre otros, y retrasando el envejecimiento celular, y el deterioro de nuestro aspecto estético.